miércoles, 28 de julio de 2010

LLamadas

Durante nuestra vida hay llamadas que esperas no recibir y palabras que esperas no escuchar nunca. La vida transcurre y tienes momentos que te llenan de felicidad; encuentras el amor de tu vida, tus hijos van a la universidad, te ascienden en el trabajo... También aquellos pequeños momentos con tu familia, amigos, pareja... que parecen insignificantes pero que hacen que sonrías cada mañana al despertar. Pero todos ellos pueden desvanecerse con una sóla llamada.

La llamada de la que hablo y las palabras a las que me refiero son las de este spot de la campaña de verano de la DGT creada por la agencia de publicidad TBWA:



Esta ingeniosa campaña nos hace ver la realidad de un accidente de tráfico desde la otra perspectiva; la de las personas que no mueren, las que se quedan sin la existencia de un ser amado. Un hijo, un hermano, un marido, un padre, una madre, un amigo, una pareja... cualquiera de ellos puede dejarse la vida en el asfalto y destrozar por completo la de los que se quedan.

Pero también deberíamos reflexionar sobre este sistema, el de la llamada. Una persona desconocida llama a otra completamente desconocida también, para comunicarle la muerte de un ser querido. ¿Acaso éstas son maneras? por teléfono... ¿Y si la persona que recibe la noticia no se encuentra bien de salud? ¿Qué ocurre si le da un infarto, o un ataque al corazón, o se marea y se golpea con algo, o no lo aguanta y se suicida? ... Pueden pasar muchas cosas, por lo que en esos terribles momentos debería haber personal cualificado para atender cualquier tipo de respuesta. Porque tanto en la carretera como en cualquier otro luegar o momento, nunca sabemos lo que puede suceder.


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